fantasma del coche
En el año 1959, exactamente el 22 de marzo, Mabel Chinnery y su esposo Jim visitan el cementerio donde fue enterrada la Madre de Chinnery. Cuando están en el lugar, limpian todo y hacen algunas fotos. Una foto en particular, la que Mabel toma a su esposo, sentado en el volante del auto.
Al revelar la fotografía notaron algo sumamente extraño, había una mujer sentada en la parte de atrás del auto. Al parecer se trataba de la madre de Mabel. Lo curioso de la imagen, es que la señora acostumbraba sentarse en ese mismo puesto cuando salían en el auto. La foto fue analizada por expertos parasicologos, fotógrafos y demás investigadores, dando todos la misma conclusión: La foto es autentica y la imagen de la señora fantasma es real. Mabel recuerda las ultimas palabras de su madre: "Nunca me separare de tu lado".
El Hombre Del Maletín
Sandra tenía 15 años. Le encantaban las historias de terror y de fantasmas y se las solía contar a sus amigas del cole por las tardes hasta que se tenían quemarcahr a casa ya casi anocheciendo. Así pasaban muchas tardes. Y siempre antes de volver a casa, las chicas avisaban a Sandra de que si luego no podían dormir "se iba a enterar".Una tarde, haciendo un trabajo en casa de una amiga, le relató una de sus historias. Era una historia realmente aterradora y la amiga se quedó bastante asustada. Y quería devolverle la moneda. Así que le dijo: "ahora te contaré yo lo que te va a pasar y verás quién pasa miedo. Cuando vayas a casa un señor con un maletín, vestido de negro y con bigote te seguirá para matarte."
Sandra rió, pero al regresar la historia rondaba por su cabeza y andó con una psicosis total. Aunque lo que realmente podía asustarle era un hombre con un maletín, vestido de negro y con bigote, y de esos no hubo ninguno en todo el camino. Llegó a casa y comprobó que no funcionaba el ascensor. Tuvo que subir ocho pisos a pie. Y lo peor fue cuando su madre le dijo que bajara la basura:
"¡Jo, que no va el ascensor!" Se quejó inútilmente.
"¡Jo, que no va el ascensor!" Se quejó inútilmente.
Resignada cogió la bolsa de basura y comenzó a bajar despreocupada... pero a mitad de camino las piernas se le aflojaron y casi perdió el equilibrio. Frente a la puerta de una casa, esperando el ascensor, había un señor trajeado de negro, con bigote y un maletín.Con los nervios a flor de piel, casi a punto de gritar, corrió escaleras abajo sin pararse a pensar si el hombre le seguía.
¡Qué aterradoras pueden ser las casualidades! ¿O fue una visión de Lucía? ¡Quién sabe..!
No hay comentarios:
Publicar un comentario